No hay razón alguna para ofender la dignidad de un pueblo, es inaceptable que lo injusto prevalezca sobre lo justo. Estas son afirmaciones que retratan una clara intención de indultar a quien, aún, tiene cuentas que pagar.

Echar al tacho todo el mal obrado por Alberto Fujimori, es un atentado contra la dignidad de un pueblo, es una burla al poder judicial y es hacer apología del crimen y corrupción. Nunca antes el pueblo peruano, casi en su totalidad, había hecho causa común por lo dictaminado por la justicia peruana. Las páginas de la historia no pueden ser cambiadas como simples calcetines, las páginas de la historia escritas con el juicio y sentencia del criminal dictador, están hechas con tinta indeleble que nada ni nadie las podrá cambiar.

No vale argumento alguno, no hay espacio para un trato privilegiado sólo queda, al igual que tantos delincuentes y gente que viven en las sombras de una prisión, un acto de piedad -pero no de olvido- en casos de demencia senil o enfermedad terminal. Esto, al menos por ahora, no aplica para Fujimori, por lo tanto que espere, al igual de miles de peruanos que esperan en el más allá el reencuentro con sus seres queridos asesinados por quien se creyó un dios terrenal capaz de decidir por la vida o muerte de todo aquel que no se alineara en su demencial proyecto de gobernar el Perú por lo menos en 25 años.

Hay que estar alertas, tengamos fe que la razón triunfará, veamos este video que de seguro nos comprometerá con la justicia.

http://www.youtube.com/watch?v=LREk2ybX6sE