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El Opus Dei No Representa a todos los Católicos Peruanos

Publicado: 2011-06-02

Recientemente, en una entrevista televisiva vi y escuché a Rafael Rey con la “humildad” que lo caracteriza, su intento de catequizarnos en lo referente al Santo Rosario. Sin duda intentó, una vez más, hacer de profeta.

Profeta es la persona que en nombre de Dios nos anuncia que el futuro tiene un horizonte de esperanza y que los males desde la perspectiva de Dios tienen remedio (EAS y su Compromiso con el Reino, J.M. Lazo de la Vega).

Para él, la esperanza del futuro del Perú y el remedio para sus males es Keiko Fujimori con su coro celestial conformado por Trelles (“hemos matado menos que…”), De Soto (“asesor” de dictadores sanguinarios), Maraví (defensora de Fujimori y Montesinos ante denuncias de violaciones a los Derechos Humanos), Bayli (“sucio” de alma y cuerpo, mercenario y sicario al servicio del mejor postor), Martha Chávez (quien cínicamente manifestó que fulana de tal se auto-masacró, como si humanamente esto fuera posible), Raffo (con cuentas pendientes ante la justicia por recibir millones de Montesinos), Cuculiza (servicio militar obligatorio como un reformatorio, y para todos) y, entre tantos otros de esa misma catadura, a él mismo: Rafael Rey(a quien no le “consta” que Montesinos sea un asesino con lo cual niega valor a lo juzgado). Definitivamente la perspectiva de Dios, no sería por ningún lado, la perspectiva de Keiko Fujimori así como la de sus asesores con Rey a la cabeza.

“La Iglesia no intenta sustituir al Estado, pero tampoco puede o debe quedarse al margen en la lucha por la justicia…. La sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política” (DesA, Benedicto XVI).

Rafael Rey, es también Iglesia pero con sus mentiras, con sus medias verdades, con sus olvidos de todo lo que lo compromete, no quiere comprender que lo que él hace no es, justamente, luchar por la justicia. Él, como político y como laico “comprometido” que además ha sido parte del Estado pudo haber hecho mucho en la búsqueda de una sociedad justa, lamentablemente no lo hizo. Perdió su gran oportunidad de ser un verdadero profeta y echó al tacho de basura sus aspiraciones a la santidad.

“La fusión entre fe y poder político siempre tiene un precio: la fe se pone al servicio del poder y debe doblegarse a sus criterios” (JdN, Benedicto XVI).

En escala, eso es lo que le ha sucedido a Rafael Rey, él ha puesto su fe al servicio del poder doblegando sus criterios, sus principios y eso lo invalida para ser profeta.

“Todos tenemos que hacer un esfuerzo por mejorar en esta tierra nuestras situaciones políticas, sociales económicas; pero siempre con la perspectiva puesta en la eternidad” (Homilías, Ms. Romero).

Aquí nadie sobra, todos somos importantes y comprometidos en ese esfuerzo mencionado por Ms. Romero. Nuevamente, lamentablemente, Rafael Rey no comprende ni comprendió nunca esa gran verdad. Él, como un simple segundón pero con aires de todopoderoso, se puso del lado de Fujimori, de García y hoy, de la hija de Fujimori. Él asintió como es que se manejó lo político, lo social y lo económico con los resultados que todos sabemos y no podemos ignorar que es abusivo, exclusivo y por lo tanto excluyente. Los resultados están a la vista: corrupción, violación de derechos humanos, pobreza indignante, bajísimo rendimiento escolar, vergonzosa reaparición de enfermedades sociales, delincuencia e inseguridad ciudadana, imperio del narcotráfico, etc. Rafael Rey: tiene que saber que eso no es compromiso con la eternidad tal como la conocemos los cristianos; sino un compromiso terrenal e interesado con quienes abusan del poder político y económico. Perdió el rumbo y con ello, la oportunidad de ser un profeta.

“La Doctrina Social Católica no busca dar a la Iglesia un poder sobre el Estado; pero promover la justicia y el bien común será siempre una preocupación fuerte de la Iglesia” (EAS y su Comp. con el Reino, J.M. Lazo de la Vega).

Que lo sepa Rafael Rey, ya que él es cómplice oficioso de todo aquello que ha sido el imperio de la injusticia: ajusticiamientos al margen de la aplicación de la ley, apropiaciones ilícitas del bien común, esterilizaciones masivas, torturas, desapariciones. Eso no es obrar de acuerdo a la Doctrina Social de la Iglesia, Rafael Rey no puede ser profeta si la ignora o a lo mejor, ni la conoce.

“El pueblo debe ser el artífice de su propia sociedad…. Ustedes tienen que darse la sociedad que ustedes quieren…. Por eso hago un reto a las organizaciones políticas, que sepan hacer presiones racionales, inteligentes, pero sin el lenguaje de la violencia que provoca la represión” (Homilías, Ms. Romero).

Aunque aún hay mucho por decir sobre Rafael Rey, creo que por ahora es suficiente y termino con recordarles y demandarles a todos los que lean estas líneas que somos cada uno de nosotros los artífices de nuestra propia sociedad y, a pesar de Rafael Rey, con nuestro voto del 5 de junio nos daremos la sociedad que queremos y merecemos. Nuestras convicciones cristianas harán que lo consigamos no con la violencia sino con la razón de nuestra verdad. Que no quepa duda, y que el Señor nos bendiga, nos perdone y nos proteja.


Escrito por

Católicos contra Keiko

Los Católicos del Perú no podemos seguir callando nuestro verdadero sentir. Como cristianos, tenemos una obligación que cumplir, y no podemos coludir con los tientan al pecado y promueven toda clase de actividades ilícitas, inmorales e incívicas. No fomentare


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Católicos contra Keiko

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